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Author:
Anónimo.
Title: LA TUNA ESCOLAR MÉDICA VALENCIANA, EN
SALAMANCA.
Publication:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Original edition:
La Gaceta Regional.
Date:
Miércoles, 31 de diciembre de 1930,
p. 5.
VISITA A LAS
AUTORIDADES.- SERENATAS.- EN EL AYUNTAMIENTO: UN DISCURSO DE DON ANTONIO
CALAMA.
Como anunciábamos ayer,
esta tarde, y procedente de Zamora, ha llegado a nuestra ciudad, la
notable agrupación musical, “Tuna escolar médica valenciana”, integrada
por alumnos de la Facultad de Medicina de Valencia, que desde hace cinco
años viene laborando desinteresadamente en pro del Hospital del Doctor
Gómez Ferrer.
Por su labor artística,
esta agrupación escolar, es digna de aquella región que disfruta de tan
brillante tradición musical.
Los simpáticos
escolares valencianos, han recorrido las principales poblaciones
españolas, alcanzando grandes éxitos, haciendo ambiente a tan
filantrópico ideal, que junto al éxito de su arte, obtienen notables
ingresos para auxiliar a los niños pobres y enfermos.
En Salamanca han
nombrado madrina a la bellísima señorita Argentina Anita Larrosa, siendo
su corte de honor las gentiles señoritas Lola Simón, Maruja Moretón,
Emma Diego, y Carmen Moreno.
A las once de la mañana
fueron a esperar a tan simpática Agrupación varios escolares
salmantinos y la Junta en Pleno de la Federación de Estudiantes,
presidida por don Luis Cuesta, presidente de la Federación.
Inmediatamente de su entrada en nuestra ciudad se dirigieron a la
Pensión Boni, donde se hospedan.
Los estudiantes
salmantinos trabajan sin descanso para dar todas cuantas facilidades
estén en su mano a sus compañeros valencianos.
Hoy se dedicarán los
“tunos” todo el día a visitar a las autoridades, dando después
conciertos en los domicilios de nuestra sociedad, esperando que los
salmantinos contribuyan al esfuerzo hecho por la Tuna valenciana.
La Tuna estuvo en el
Ayuntamiento, donde fué recibida en nombre del mismo por nuestro querido
compañero y colaborador don Antonio Calama Sanz, el cual pronunció este
bello discurso de salutación:
Amables y simpáticos
estudiantes:
Os habéis dignado
visitar Salamanca y dispensáis el honor a su Ayuntamiento de hacer en él
vuestro primer acto oficial. Motivo de reconocimiento es éste, al que en
nombre de esta Corporación, correspondo con la más viva gratitud.
Lo que nosotros
lamentamos muy de veras, es la fatalidad de que por las reformas que en
este nuestro hogar municipal se están llevando a cabo, al extremo de
aparecer esta casa en esqueleto, no nos permita acogeros con toda la
pompa, por lo que particularmente significáis y por lo que
colectivamente representáis, pues hubiéramos deseado poderos recibir en
un suntuoso palacio municipal, que siendo como el de Valencia, un
exquisito modelo de Renacimiento, tuviese otro salón de fiestas
abrillantado con mármoles, dorados y bronces y hasta pintada su bóveda
por el inmortal Tusset y adornado con las maravillosas lámparas y los
lujosos y estupendos muebles ejemplo palmario de vuestra propia
industria, entonces si que pediríamos que nuestro reloj, a semejanza de
vuestro carillón, lanzara al viento la marcha de la ciudad.
Sois la célula nerviosa
de aquélla gran metrópoli levantina, emporio de España y envidia del
extranjero, donde no se sabe cuál es lo mejor, porque en ella todo es
sublime.
El que como yo ha
vivido recientes días en vuestra tierra valenciana, recorriendo sus
amplias y hermosas avenidas, embriagándose en el aroma de las flores de
sus paseos, jardines y viveros, admirándose ante la magnificencia de sus
riquezas arquitectónicas, siente vivo el recuerdo de aquellas reales
torres de Serranos y de Cuarto; de los inimitables artesonados de la
Generalidad; de los palacios de Justicia y del Templo; de los seis
puentes que aprisionan el caritativo Turia, que prefiere verse exhausto
por continua transfusión, antes de que falte savia al más delicado y
débil naranjo; del simpático Micalel, gigantesco vigía de la ciudad, que
lo mismo recibe el saludo matutino de un sol que al nacer, se mira
coquetonamente en el espejo de las aguas de la Albufera, como se asusta
de las flamígenas y deslumbrantes oleadas de los altos Hornos y los
Astilleros crisoles de industria vigorosa y recia, que otea amorosamente
por los inmensos arrozales de aquella campiña sugestiva y polícroma,
sólo copiada por las pinceladas y los buriles de un Juan de Juanes, de
un Ribalta, de un Sorolla, de un Benlliure, de un Plá o de un Benedito.
Vuestros arpegios y
melodías os acreditan como discípulos de esos grandes maestros que dio
la música en Valencia, como Chapí, Lleó, Serrano y otros, y semejan
trinos exhalados por flexibles y mágicas gargantas, como la de Llacer,
la Cora Raga, la Revenga, cantantes que honrarán siempre a su patria
chica, la perla levantina.
Y como estudiantes nos
traéis los ecos de los dos potentes faros que utiliza Valencia para
irradiar al mundo entero su saber: la Universidad Pontificia que diera
al orbe ínclitos y santos varones, como los Papas Calixto III y
Alejandro VI, San Pedro Pascual y Santo Tomás de Villanueva, y los
contemporáneos Cardenales Benlloch y Reig y la Universidad Literaria, en
la que escribieron páginas de oro con letras de brillantes, San Vicente
Ferrer, Ausias y March, Llorente, Moliner, Altamira y tantos otros. Esta
evocación me recuerda un hecho curioso.
Hace poco más de un
siglo nuestra Universidad, dio a la vuestra un sabio catedrático, cuyo
busto es aquél que tenéis en frente, me refiero al notable
jurisconsulto, eminente sociólogo y orador formidable, que se llamó don
Eduardo Pérez Pujol, cuyos restos y cenizas reponsan en Valencia, a la
que él en vida, por entero, se consagrara. Cuidad de ellas, que son
polvo bendito de esta tierra charra, hidalga también y también
hospitalaria. Y sin remontarse tanto, hoy tenéis hijos ilustres de esta
Universidad, que han sacado carta de naturaleza en vuestra ciudad, aludo
a ese portentoso talento que todos conocéis por Rodríguez Fornos, a otro
médico ilustradísimo, también el doctor Rincón del Arellano, florón de
la Sanidad militar española, y al catedrático del Instituto, don Manuel
Castillo, notable publicista. Esta simbiosis intelectual, ha de explicar
nuestra mutua simpatía.
No quiero terminar sin
rogaros, que saludéis al Ayuntamiento de vuestra capital en nuestro
nombre, muy particularmente al alcalde, mi deferente amigo el señor
Maestre; a la Universidad, vuestra madre espiritual; a vuestra Prensa
culta y envidiable, y por último, y sobre todo, que ofrendéis toda
nuestra admiración, cordialidad y pleitesía a Valencia, de la que ya
dijo Zorrilla, aquella estrofa que como entusiasta valencianista
suscribo:
Valencia está debajo
del paraíso
y cuando Dios la priva
de su presencia,
por el balcón del alba,
sin su permiso
los ángeles se asoman,
por ver Valencia.
¡Visca Valencia!
He dicho.
El doctor Calama fue
formidablemente ovacionado y aplaudido.
A la hora de cerrar
esta edición, se está celebrando en el Teatro Liceo, un concierto que, a
cargo de los Tunos valencianos, figura en el programa de hoy.
El palco presidencial
está artísticamente adornado, y en él han tomado asiento la distinguida
madrina y sus bellas amigas.
En el Casino de
Salamanca, se celebrará mañana, día primero, un te en honor de los
escolares forasteros.
La Federación Católica
de Estudiantes, teniendo en cuenta los ideales tan filantrópicos de la
Tuna Médica Escolar Valenciana, está dispuestas a desplegar la mayor
actividad posible para la feliz realización de los fines que persigue, y
a cuyo efecto organizará una velada literario-musical, persuadida de que
el pueblo salmantino, dando una vez más prueba de su filantropía,
asistirá a dicha velada, que se celebrará en uno de los centros
recreativos de nuestra ciudad.
También sabemos que se
organizarán otros actos.
Por nuestra parte, al
saludar a los simpáticos escolares que hoy son nuestros huéspedes, les
deseamos que su estancia en ésta les sea grata, felicitándoles por su
altruismo en causa tan bella y simpática, como es la que ellos
defienden.
Los salmantinos, no
dudamos que, como siempre que son requeridos para actos semejantes,
responderán y acudirán en cantidad numerosa para participar con su óbolo
en esta feliz iniciativa del pueblo de Valencia, a la vez que podrán
deleitarse oyendo a los profesores de la Tuna.
A las diez y media de
esta noche, la Tuna Médica Escolar Valenciana dará un concierto en el
“Café Torres”.
LA VELADA DE LOS ESTUDIANTES CATOLICOS
El programa que en
obsequio de la Tuna Médica Valenciana, organizado por la Federación de
Estudiantes Católicos de Salamanca, que tendrá lugar en el teatro de la
Acción Católica de la Cuesta del Carmen, mañana, a las once y media de
la mañana, es el siguiente:
1.º Sinfonía por
la orquesta escolar “Estampa”.
2.º
Representación del juguete cómico en un acto y en prosa, que lleva por
título “Seis retratos, tres pesetas”, que será interpretado por algunos
elementos del cuadro artístico de la Federación Católica de Estudiantes.
3.º Concierto
por la Tuna Escolar Médica Valenciana, que interpretará varias
composiciones de su vasto repertorio.
Nota.- La entrada,
gratuita, y las invitaciones podrán ser recogidas en el domicilio de la
Federación, Meléndez, 26, principal.
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NOTA: Artículo
procedente de investigación original inscrita con el número SA-120-02 en
el Registro de la Propiedad Intelectual. La presente edición ha sido
normalizada y corregida para evitar el uso no autorizado de la misma.
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