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Author:
Anónimo.
Title: SALAMANCA.
Publication:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Original edition:
El Adelanto.
Date:
Jueves, 2 de febrero de 1933,
p. 1.
ESTUDIANTINA
Mañana va a hacer su
primera salida la “Tuna Universitaria de Salamanca”. Ya se murió quien
podía escribir esta página de elogio de la Tuna, de una manera acertada
y ágil. Los escolares me piden, amablemente, que yo les presente hoy,
para que la ciudad sepa, mañana, cuando oiga las panderas y las
guitarras, quienes son los que las plañen. Son estudiantes de todas las
Facultades, mozos, muchos de ellos, en los finales de sus carreras, que
pisaron las Facultades en los últimos tiempos monárquicos, y nacieron a
la vida civil en aquellas huelgas valientes que tanto asustaron a los
padres y que tenían un sentido de dignidad liberal que ha quedado como
ejemplo. Si Pepe Sánchez Rojas viviera, volvería a terciarse al cuerpo
la capa, y se pondría al frente de la Tuna, llevando como bandera, su
pluma libre, y sus madrigales exquisitos. Y haría unas crónicas
brillantes, sobre su salida accidentada, por la Dictadura, en aquella
estudiantina, que le vio salir en destierro fulminante hacia Huesca, y
esta otra estudiantina de hoy, que es como el airón de la victoria.
Parecía que las
estudiantinas habían muerto. No estaban ciertamente muy acreditadas.
Pero mientras haya estudiantes, habrá Tunas. Yo recuerdo aquella famosa
y extraordinaria Tuna Valenciana, que trajo a Salamanca flores para los
estudiantes muertos el 2 de abril y la lápida colocada en el Patio de
Escuelas Menores. Allí venía Albiñana, ese célebre doctor que se cree
hoy, poco menos que Unamuno, en su destierro de las Hurdes. Tengo
también el recuerdo vivo de la Tuna de que yo formé parte. Aquella Tuna,
tomó una mañana el tren, y después de pintorescas jornadas en Guarda,
Covilha y Santarem, entró en Lisboa, y como Espronceda, tiramos al mar
las únicas dos pesetas que nos quedaban... ¡Inolvidable página aquella
de mocedad y de desenfado!
Vimos Portugal.
Establecimos un intercambio escolar, amable y fraternal. Eran, en
Portugal, los últimos meses del reinado del pobre mozo don Manuel. Le
vimos ir, entre bayonetas, a inaugurar unas Cortes que hicieron en poco
tiempo la revolución. Asistimos a una recepción magnífica y fastuosa en
la Embajada española. La condesa de San Luis, todo belleza y distinción,
una de las damas más guapas que hemos visto en nuestra vida, nos hizo
los honores, y... después nos dio dinero para poder volver a Salamanca.
¡Espléndidas y ricas cintas pintadas y bordadas por lindas muchachas
portuguesas, llevábamos en nuestros tricornios y en nuestras capas, como
si fueran las mismas muchachas prendidas en nosotros!...
Esta Tuna Universitaria
Salmantina que mañana hace su primera salida, con la bandera de la
República al frente, tiene de seguro, otro sentido, distinto a aquel
aventurero que a mí y a los de mi época nos llevó a Lisboa... – Un
Repórter.
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NOTA: Artículo
procedente de investigación original inscrita con el número SA-120-02 en
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normalizada y corregida para evitar el uso no autorizado de la misma.
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