Author:
Jan.
Title:
PROTESTAMOS.
Publication:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Original edition:
El Combate.
Date:
Domingo, 4 de marzo de 1900,
p. 2.
El asunto que sirvió de
comidilla estos Carnavales, pone una vez más de manifiesto el
desbarajuste, la sinvergüenza, el cinismo y el sarcasmo que impera en
nuestras esferas gubernamentales.
Lo ocurrido con los
estudiantes de Coimbra el domingo pasado solo se concibe allí entre las
kábilas del Riff, donde los Poncios no disponen de más
argumentos que la fuerza bruta y el capricho necio de hombres incultos e
incivilizados.
Porque cuidado que el
asunto tiene más miga que a simple vista parece
Si la orden emanó del
Poncio vallisoletano, fue una polacada digna de severo y duro castigo,
por ser contraria a la cortesía, a la más vulgar educación, a la
justicia, a la ley, a todo lo que el hombre debe tener en sociedad con
sus semejantes, máxime cuando estos son extraños a la Patria y
únicamente desempeñan el papel de atentos visitantes.
Si emanó y fue producto
del obtuso cerebro de Dato, no hay palabras en el Diccionario de la
Lengua para podérselas aplicar; pero si hemos de refundirla, en una tan
sólo y que nos parece la única apropiada... fue una barbaridad de tantas
como cometen los ministros de la corona
Si la orden fue debida
al director general de Sanidad... es ya mucho el tiempo transcurrido
sin que por quien corresponde se le haya dado la licencia absoluta
refrendada convenientemente con la frase de... por inepto.
Pero sea de ello lo que
quiera; emanara la orden del ministro, del gobernador o del director
general de Sanidad, el hecho es que se decretó y que su fundamento
obedecía a la cuestión sanitaria.
Pues bien, en ese
sentido, en nombre de Salamanca, protestamos de tan incalificable
atropello, pues aparte del ultraje hecho a los estudiantes portugueses,
quedará siempre en pié, que para el director general, ministro, o
gobernador de Valladolid, Salamanca no es española y las fronteras
portuguesas concluyen en Medina del Campo, pues no otra cosa quiere
decir el hecho de no poner dificultades para que la simpática
estudiantina viniera a nuestra Ciudad, viviera con nosotros tres días y
luego la prohibiera pisar más tierra española bajo el pretexto
sanitario de impedir el desarrollo de la peste qué azotó estos meses
últimos el territorio lusitano.
Como salmantinos, que
somos los primeros abofeteados por… quien sea; como poseedores de
sentido común de vergüenza y de educación protestamos, del escandaloso
atropello que fue víctima la estudiantina portuguesa por la autoridad
española, sea ésta quien fuera y del orden que resultase.
JAN
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NOTA: Artículo
procedente de investigación original inscrita con el número SA-120-02 en
el Registro de la Propiedad Intelectual. La presente edición ha sido
normalizada y corregida para evitar el uso no autorizado de la misma.
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