Author:
Etuarte.
Title: LA TUNA ESCOLAR SALMANTINA EN SAN
SEBASTIAN.
Publication:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Original edition:
El Adelanto.
Date:
Martes, 16 de febrero de 1926,
p. 2.
LA LLEGADA
En el correo de las
siete veinte de la tarde del viernes, llegamos a ésta, esperándonos
en la estación numerosísimo público, entre el cual se encontraba la
colonia salmantina.
Los tunos saludaron
a sus bellísimas y aristocráticas presidentas, las señoritas Carmen
Caro, hija del marqués de Villamayor; Carmen Alonso Zabala, Baby
Alonso, y Mary Elósegui, hija del alcalde de San Sebastián.
EN EL AYUNTAMIENTO
Solemne y cordialísima ha sido la recepción dada
en el Ayuntamiento a los tunos de Salamanca. A las puertas del
edificio es les esperaban los sperantradis con sus clásicas flautas
y tambores. Con el señor alcalde se colocaron el señor Sánchez Rojas
y el presidente, mientras la estudiantina entonaba un pasacalle.
Entre los salmantinos figuraban un salmantino, el doctor don
Francisco González García, catedrático de Matemáticas del Instituto.
Breve y precioso
fue el discurso de salutación del señor Sánchez Rojas «Queremos a
Guipúzcoa – dijo – señor alcalde y señores concejales de San
Sebastián, porque Guipúzcoa tiene pasado, tradición, y, lo que vale
más, futuro.
Hombres del día
nosotros, sabemos que los hombres del día son guipuzcoanos; Eibar
hace a Ignacio Zuloaga, el pintor más grande que ha tenido España
desde Goya; de San Sebastián es ese inquieto, errabundo y paradójico
Pío Baroja, que nosotros amamos tanto; de San Sebastián fue mi pobre
amigo Usandizaga, ante cuyo monumento colocamos ahora una corona de
flores...
Os queremos porque
os estimamos, y porque os conocemos, señores: el rector de Salamanca
nos encarga que os saludemos, y orgullosos del mandato lo cumplimos
llanamente». Hubo ovación para las palabras del señor Sánchez Rojas.
«Y hay más – añade
– vasco es Unamuno. Dejemos a un lado pasiones del momento; es
maestro y es padre de todos nosotros. El vasco ha formado a
Salamanca y lo mejor de nuestro espíritu y de nuestro corazón, a él
se lo debemos.
Grandes aplausos
coronan estas palabras, a las que contesta el alcalde, señor
Elósegui, visiblemente emocionado.
«Se – dice – que
todos sois estudiantes. Bien ha hecho Sánchez Rojas en evocar el
parentesco espiritual que nos ata a los guipuzcoanos con los
salmantinos. Estáis en vuestra casa, ilustre Sánchez Rojas, cantor
insuperable de Castilla, y queridos estudiantes. Ahora telegrafiaré
al doctor Esperabé, mi querido amigo, diciéndole qué placer tan vivo
tiene esta ciudad hospedándoos unos días. ¡Viva Salamanca! Somos
hospitalarios y somos buenos y vuestra juventud os da derecho a
nuestro amor. Contad conmigo para todo.»
El señor alcalde,
que estuvo muy elocuente, fué aplaudidísimo.
El Ayuntamiento
obsequió espléndidamente a los estudiantes salmantinos.
Sánchez Rojas
presentó al alcalde a un simpático hijo del señor rector de esa
Universidad que viaja con la Tuna.
Los miqueletes
despidieron a los tunos, mientras una imponente muchedumbre, en la
que sobresalían bellísimas mujeres, vitoreaban a Salamanca.
EN EL MONUMENTO DE
USANDIZAGA
Momentos después,
ante la tumba de Usandizaga, el presidente de la Tuna y el Señor
Sánchez Rojas colocaron una soberbia corona de flores a los pies del
monumento. El momento fue de una honda emoción. Llorando el hermano
del genial autor de «Las golondrinas», abrazó conmovidísimo al señor
Sánchez Rojas; éste, con unos lagrimones, dijo breves palabras, que
fueron oídas con religiosa unción en la plaza, literalmente ocupada
por varios miles de personas: «José María – dijo – te traigo flores
de estudiantes, flores mías, flores de ellos. Fuiste nuestro poeta.
Cantaste «Las golondrinas», los amores fugitivos, las muchachas
vascas, sosas y buenas. Aquí estamos José Mary... Te queremos y
callamos... Quiero recordar tu alma pura y buena y rezar con estos
muchachos por tu memoria ¡Bendita sea!»
La ovación es
inenarrable Usandizaga y Sánchez Rojas vuelve a abrazarse. Así, con
los tunos, los sorprende la máquina fotográfica.
EN LA DIPUTACIÓN
Momentos después
visitan la Diputación de Guipúzcoa los estudiantes. Los recibe con
hidalguía su presidente, el doctor Laffitte. Entre tunos y diputados
se cambiaron frases de afecto.
Recorren luego las
hermosas dependencias del Palacio, admirando la «Nao» de San
Sebastián de «El Cano», el magnífico cuadro de Zuloaga y las
maravillas que encierra la casa de la provincia y una de las más
ricas de España.
Espléndidamente
fueron obsequiados los tunos por el presidente, que cambió palabras
de gran estimación con el señor Sánchez Rojas, a quien conoce y
admira de antiguo.
Los tunos
almorzaron después en el Hotel Izpura.
Esta tarde habrá un
magnífico té de honor, en el Magestic Palace, donde acudirá toda la
aristocracia easonense, y por la noche, bailarán en el Casino
MercantilEl señor Sánchez Rojas, en la fiesta del Magestic, evocará
las glorias de Salamanca; hay una gran expectación por oírle.
Telefónicamente,
daré cuenta de estos actos. San Sebastián, de ordinario, tan
tranquilo; agasaja a los tunos, que están encantados.
El señor Sánchez
Rojas saldrá esta tarde para Francia, en automóvil, a saludar al
señor Unamuno, con los señores Abeitua, Etuarte, Laffitte y otros
amigos.
Regresarán a la
hora del té.
Etuarte.
San Sebastián, 14 II 26.