Autor:              A. Sala.

Título:             INFORMACIÓN TELEGRÁFICA DE EL ADELANTO.

Publicación:   Museo Internacional del Estudiante, 2009.

Ver. original:  El Adelanto.

Fecha:            Miércoles, 14 de febrero de 1912, p. 3.

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La Tuna Escolar en Oviedo

Oviedo 14 (3,10 m.)

El día de ayer.- Visitas y ovaciones.

            La Tuna Escolar Salmantina, sigue su marcha triunfal por Oviedo.

            A las once de ayer mañana visitó la Tuna la Universidad, tributándosela un entusiasta recibimiento.

            La multitud prorrumpió en vivas formidables a Salamanca.

            El rector habló encomiendo las glorias salmantinas.

            Le contestó Benito Valencia, que fue ovacionado.

            Entre vivas atronadores, la Tuna siguió al Ayuntamiento, envuelta entre la multitud que invadía las calles.

            Al llegar al Ayuntamiento, el recibimiento tributado fue soberbio.

            La Tuna penetró en el salón ejecutando el pasodoble admirable de Eloy Andrés, y luego ejecutó Thé Gheisa, siendo ovacionadísima.

            El alcalde pronunció un elocuente discurso, muy cariñoso para Salamanca y para los estudiantes de su Escuela, al que contestó Valencia, siendo ambos muy aplaudidos.

            La Tuna abandonó el Ayuntamiento entre los vivas de ritual.

            Luego visitamos el Gobierno civil.

            El gobernador, que estuvo cariñosísimo con nosotros, telegrafió al de esa, señor García Alonso, haciéndole saber el entusiasmo de Oviedo entero por la Tuna de Salamanca.

            A las cinco de la tarde, visitamos el Círculo Mercantil, donde fuimos agasajadísimos.

            En el casino Ovetense se organizó a las seis y media un baile en nuestro honor.

El concierto.- Brillante fiesta.

            Horas después, a las nueve y media, daba principio el concierto de la Tuna en el hermoso teatro de Campoamor.

            El lleno era colosal. No había una sola localidad desocupada. Hubo necesidad de colocar sillas supletorias en el patio de butacas.

            El aspecto del teatro era deslumbrador.

            Los palcos y las plateas las ocupaban señoritas de la aristocracia ovetense, resaltando sus bellezas con el derroche de lujo de sus toilets.

            Al alzarse el telón para comenzar el concierto, sonó en la sala una formidable ovación.

            El alumno de Derecho de la Universidad de Oviedo, señor San Felices, hizo la presentación de la Tuna, en breve y bonito discurso, que le valió grandes aplausos.

            Valencia le contestó haciendo un discurso muy afortunado, en el que tuvo párrafos madrigalescos para las señoritas y notas de patriotismo cuando se dirigió al pueblo de Oviedo, glosando las luchas de nuestro Ejército del Rif.

            Terminó parafraseando un refrán asturiano, diciendo que los estudiantes salmantinos, cuando salgan de Oviedo, tendrán siempre abiertos los ventanales del corazón, para ser Oviedo la corriente de un profundo amor y de una gratitud y recuerdo gratísimos.

            La Tuna ejecutó después varias obras, entre ellas The Geisha, que provocó gran ovación.

            El estudiante San Felices, en honor de la Tuna, imitó a los oradores locales de modo admirable. Fue ovacionado.

            Luego se representó Una hora fatal, que hizo pasar al público un buen rato de risa.

            Durante los intermedios la lluvia de confeti y de serpentinas fue tremenda y la animación extraordinaria.

            Al comenzar la tercera parte, Benito Valencia leyó un telegrama recibido del digno gobernador de Salamanca, dirigido al de Oviedo, cuya lectura provocó aplausos delirantes y vivas a Salamanca y a Oviedo.

            La Tuna ejecutó la Rapsodia asturiana, de Villa, que acogió el público con enormes aplausos y colosal entusiasmo.

            Hubo necesidad de repetirla, entre formidables aplausos a Eloy Andrés, que estuvo admirable en el violín.

            El público pidió que el joven estudiante de Medicina y admirable guitarrista Ciriaco Mañes, tocase flamenco.

            Y el señor Mañes volvió a tocar flamenco acompañado de Eloy, en medio de delirante ovación.

            Al final tuvo la Tuna que ejecutar la jota aragonesa, que terminó con vivas a Salamanca y a la Tuna.

            Esta no recuerda jamás un éxito tan sincero y tan colosal como este de Oviedo.

            Los ovetenses están entusiasmados con los tunos, y los tunos agradecidísimos de las atenciones que reciben en este simpático y noble pueblo.

            Hoy, miércoles, se celebrará un baile en honor de la Tuna, que tendrá lugar en el Centro de la sociedad aristocrática.

            Todos los tunos están perfectamente de salud.

A.      SALA.